....en una madrugada me encontré con el silencio,
y sin pensarlo se transformó en mi cómplice y amigo,
lo bauticé como la sombra del placer,...del después...
y por fin lo comprendí...
en un silencio, cabe un te necesito,
un te extraño, un te quiero y un soy feliz contigo,
en un silencio cabe una caricia, un abrazo y un respiro
y así entendí, por fin, de que trataba...
y sin pensarlo se transformó en mi cómplice y amigo,
lo bauticé como la sombra del placer,...del después...
y por fin lo comprendí...
en un silencio, cabe un te necesito,
un te extraño, un te quiero y un soy feliz contigo,
en un silencio cabe una caricia, un abrazo y un respiro
y así entendí, por fin, de que trataba...
y sin proponérmelo, se ausentó la duda y el miedo...
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